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Pásala en Paz: la necesidad de Arauquita por una Red de Radios Escolares




Oscar Felipe Téllez Dulcey

Comunicador Social, con énfasis en la Cultura de Paz, miembro del Grupo COMUNICARTE donde hace parte de la RED ampliada de comunicadores de REPAM, RED PANAMAZÓNICA de la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica- ALER, investigador y productor de Notas Culturales: recorridos por los pueblos amazónicos y de la Serie Radial: Mitos y Leyendas del Amazonas

E-mail: oscar_tellez94@hotmail.com

Foto: Shirley Burgos, Momentos de Capacitación de Oscar Téllez con los jóvenes Makaguanes


La referencia más cercana que había tenido con el departamento de Arauca había sido la experiencia militar de un primo muy cercano, valeroso él, y orgulloso de hacer parte de las filas del Ejército Nacional. Cuando a mi primo lo reclutaron, fue en menos de un parpadeo que le dijeron el lugar donde debería prestar su ‘’servicio a la patria’’. Las casualidades de la vida lo llevaron al Batallón de Saravena, zona roja por aquellos meses del 2009, en los que el conflicto estaba en todo su vigor. También otra referencia un poco más lejana sobre el departamento de Arauca, llegaba a mí cuando mi hermano, Sargento retirado del ejército, contaba las anécdotas de Fortúl, de cómo la guerra era cuestión de fusiles, batallones de contraguerrilla y cilindros bomba.


Hasta ese entonces unas referencias poco alentadoras para visitar Arauca, una familia muy guiada a la formación militar y con una herencia bastante conservadora (muchos militantes tradicionales del Partido Liberal colombiano, pero con esa identidad conservadora que poco se quita). Pero yo, en mí pensamiento liberador, desarraigado totalmente de esas cuestiones conservadoras y alejado totalmente de aquello que llamamos patria, me puse en la tarea de creerle a todo aquel que me narraba el conflicto de forma diferente, a esas personas que me inspiraron a trabajar por y desde las regiones, a quienes me dijeron que el tema es tratar las cuestiones de raíz pensando en el bienestar de la comunidad y ojo, sobre todo, a aquellos que me reafirmaron que la comunicación es parte importantísima en la transformación de los territorios y sus pueblos.


Lo anterior no es una faceta de egocentrismo, es simplemente un contexto de vivencias necesario, porque lo que me encanta del asunto es que los seres humanos nos limitamos por las palabras de otros, sin darnos la oportunidad de formar discursos a partir de nuestra propia experiencia. Arauca resultó ser un frente lleno de batallones que pelean por un cambio sustancial en la región. Pero, no precisamente son batallones armados. Aquí no se va a empezar a desglosar el tema de militares, guerrilleros y paramilitares. Los batallones homenajeados en este texto son los 12 colegios que pertenecen a los Centro Poblados del Municipio de Arauquita y su Cabecera Municipal. Esos batallones que en un principio, se vieron temerosos de armarse con micrófonos, cámaras, lápiz y papel, pero que al finalizar el decimoprimer mes de este 2017 son un ejército lleno de gana por fortalecer la ya hermanada Red de Radios Escolares de Arauquita.


Arauquita, municipio de poco más de 41.000 habitantes, ubicado más o menos a una hora de la ciudad de Arauca (capital del departamento del mismo nombre), bañado por el majestuoso río Arauca y que es, hasta lo más hondo, experiencia pura del ser llanero, está mostrando a Colombia y al mundo (como otras regiones marcadas por el conflicto armado) que la esperanza de cambio y transformación desde las regiones es posible. Los jóvenes estudiantes del Municipio de Arauquita nos han regalado la vasta experiencia de ser un grupo organizado, preparado y con la capacidad de fortalecer por muchos años más ese proceso en Red de Radio Escolar. Esto es el fruto de la línea de trabajo trazada para el proyecto ‘’Pásala en Paz’’.


La sintonía debe girar en torno a Pasarla en Paz. Los jóvenes son quienes tienen en sus manos el futuro de su departamento, territorio o región. La experiencia comunicativa que inició en este 2017 y que cierra una primera fase en este mes de noviembre, es algo que no ha concluido, el proceso sigue latente y la disposición de trabajo no debe perderse. ‘’Pásala en Paz’’ debe seguir teniendo ese norte de trabajo con los jóvenes, llevándolos a cuestionarse y a proponer soluciones en temas como el medio ambiente, las dinámicas en las zonas de frontera, en fortalecer la identidad de sus territorios y sobre todo, trabajar en la construcción de esa paz que anhelamos una inmensa mayoría de colombianos, de latinoamericanos, de ciudadanos de este mundo de altibajos y éxitos.


‘’Pásala en Paz’’ es como en alguna oportunidad dijo el profesor Helio, de la Institución Educativa Técnica Aguachica una idea para arrebatarle los muchachos a la guerra. Frase sabia, que se ha pregonado en muchísimos sitios, instancias e iniciativas, pero que toma más fuerza cuando los directamente implicados en los diferentes contextos y situaciones, son quienes la dejan en claro y hacen de ella una consigna a cumplir cuando se levantan cada día. Ético es no perder esa meta en nuestro rumbo, sabio es construir las herramientas para que todos juntos nos seamos como aquellas muchachas y muchachos que se le arrebatan a la guerra.


No podemos quedarnos en ver a Arauquita y al departamento de Arauca con el rostro del dolor que dejó por allá en el año 2008 el Ejército de Liberación Nacional (ELN), cuando varios de sus miembros en pleno mes de diciembre, movilizados en moto, asesinaron a 5 personas en el corregimiento de La Esmeralda, o cuando los miembros del grupo paramilitar conocido como Bloque Vencedores de Arauca (BVA) arribaron a las veredas de Floramarillo y Cravo Charro, los días 19 y 20 de mayo del 2004, para asesinar a 12 personas. Sería injusto apartarnos de los procesos de esperanza, para enfrascarnos en promover la desesperanza en nuestros jóvenes.


Hoy en día debemos sentir orgullo, debemos seguir sintiendo amor por la radio como herramienta fundamental para generar cambios sustanciales en las regiones. También, debemos seguir teniendo esa sintonía con los múltiples lenguajes comunicativos que se generan en nuestra época. El proceso con la producción fotográfica y de vídeo se ha vuelto más completo e integral, ha demostrado que es conveniente conjugar los saberes en cada uno de estos lenguajes, para entrar en esa sintonía de pasarla en paz. Hoy en día podemos decir que cada una de estas tecnologías (incluida Internet) más que un puente o una vitrina, sirven como registro de que la transformación social es posible, y que en Arauquita, municipio fronterizo colombiano, crecen las iniciativas de cambio por un mundo mejor.

Momento de creación y del derecho de la palabra


No sé si este pequeño artículo llegue a los directamente implicados, pero desde aquí, siempre gracias a los muchachos y muchachas de los colegios ubicados en la cabecera municipal de Arauquita; los centros poblados de Panamá, La Esmeralda, La Reynera, Aguachica, La Paz, La Pesquera, El Troncal; y los resguardos del pueblo Sikuani y del pueblo Makaguane. El trabajo aún es largo, la primera etapa del proceso concluye en el presente mes de noviembre, pero el trabajo debe perdurar, fortalecerse y debe seguir ‘’Pasándola en Paz’’ por todas las generaciones que sea posible, descubriendo ciudadanos capaces de forjar, en conjunto, una mejor sociedad.


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